jueves, marzo 22

La Hora del Planeta

La Hora del Planeta (LHP/Earth Hour) es la acción voluntaria más importante del mundo en la lucha contra el cambio climático y es promovida por WWF, la organización mundial de conservación.

Se trata de una iniciativa de sensibilización pública, que busca la participación de las ciudades, las corporaciones y principalmente las personas para que apaguen sus luces no esenciales y los aparatos eléctricos prescindibles durante una hora, La Hora del Planeta, en señal de su compromiso por el cuidado del medio ambiente.

Este gran evento, que se inició hace cinco años en Sydney, Australia, se ha masificado a tal punto que en su última versión, en marzo de 2011, logró la participación de 1,8 billones de personas en todo el mundo, en más de 5 mil 200 ciudades, en 135 países y territorios. Durante La Hora del Planeta 2011 se apagaron monumentos emblemáticos, como la Torre Eiffel,en París, el Palacio de Buckingham, en Londres, el Cristo Redentor, de Río de Janeiro, o el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, en Dubai. Sin embargo, esta iniciativa que partió como una idea de una ciudad, hoy día se ha transformado en un símbolo y en un movimiento que une a las personas en torno a la idea de ir “más allá de una hora”, comprometiéndolos a realizar en forma permanente acciones que contribuyan a mejorar la salud del planeta.

Este año La Hora del Planeta se realizará el sábado 31 de marzo entre las 8:30 y las 9:30 pm. Cientos de millones de personas alrededor del mundo y también en Chile participarán de ella. Tú también puedes unirte y hacer un cambio.

Sumarse a La Hora del Planeta 2012 implica:

• Apagar las luces no esenciales y desconectar los equipos eléctricos una hora, entre las 8.30 y las 9.30 pm de este sábado 31 de marzo.

• Mantener acciones más allá de los sesenta minutos que dura La Hora del Planeta, convirtiéndolas en prácticas cotidianas.

martes, marzo 20

Ladrones en el jardín

Se había corrido la noticia de que en el jardín había ladrones y el señor escarabajo temía que su casa fuera la siguiente, pues todos sabían que acababa de recoger su gran cosecha anual de comida, así que ese día montó guardia en la ventana. Vigilaba con un catalejo todo lo que se movía, y vio como a un tiempo se acercaban una peligrosa araña negra, y una preciosa mariquita.

El escarabajo hubiera ido a hablar con la mariquita, pero tenía que vigilar su casa de la araña. La araña de acercaba más, así que armándose de valor, salió a la puerta y se encaró con la araña. Le costó algún tiempo asustar a la araña, hasta que finalmente se alejó. El escarabajo volvió triunfante a su casa, pero al llegar a la puerta la encontró abierta y toda su comida había desaparecido. Al volver fuera tuvo el tiempo justo para ver de lejos a la mariquita huir con toda su comida.

Apenado, fue a contarlo a la policía del jardín, donde le contaron que suponían que sería el siguiente, y habían enviado a su mejor agente, una araña recién llegada como refuerzo, para ayudarle. Así, el escarabajo aprendió a no dejarse llevar por los prejuicios y las apariencias.

Autor.. Pedro Pablo Sacristán